Cuando hablamos de ciudades inteligentes, nuestra mente nos proyecta imágenes futuristas sacadas de películas, libros y series. Pensamos en carros voladores, robots por doquier, un control total de todo lo que se mueve en la ciudad, un ambiente de seguridad, sin basura y una serie de utopías que le dan a este concepto su gran popularidad.
Pero no todo es ficticio, y ya las ciudades inteligentes están empezando a hacerse realidad en algunos países.
¿Qué podemos considerar como una ciudad inteligente?
La ciudad inteligente se refiere a los tipos de desarrollo urbano que emplean tecnología para recopilar y analizar datos a gran escala y en tiempo real (infraestructura interconectada), a partir de los cuales se pueden generar conocimientos para permitir a las autoridades locales y proveedores monitorear y administrar mejor la prestación de servicios.
A su vez, el concepto ha ido evolucionando para obtener mejores perspectivas, el centro de atención se ha estado enfocando lentamente a crear gobiernos, ciudadanos y empresas más eficientes con el objetivo de que la ciudad proporcione mejores servicios y una mejor calidad de vida.
El concepto de ciudades inteligentes se basa en el uso intenso de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) en prestación de servicios públicos de alta calidad y calidez, seguridad, productividad, competitividad, innovación, emprendimiento, participación, formación y capacitación.
¿Cómo funciona una ciudad inteligente?
Una ciudad inteligente recolecta información de sensores y cámaras de video. Esta información es procesada y enviada en tiempo real al operador de la ciudad el cual decide como y cuando tomar una acción. Algunas acciones pueden ser ejecutadas de forma automática. Por ejemplo, un zafacón puede enviar una señal cuando está lleno para que se recoja, en vez de esperar un horario de recogida.
¿Qué beneficios ofrece crear una ciudad inteligente?
Para los ciudadanos: Mejoras en su vida diaria a través de los servicios de la ciudad. Las ciudades inteligentes ofrecen visibilidad en tiempo real de la información de la ciudad para mejorar la movilidad, la conectividad y los servicios de seguridad.
Para los gobiernos: Mayor involucramiento de los ciudadanos y optimizar las operaciones a través de información inteligente en tiempo real y colaboración entre las distintas entidades.
Para los negocios: Crear nuevas fuentes de ingresos y desarrollo económico a través de crear conciencia de los hábitos y las actividades de los clientes.
En definitiva se pueden lograr grandes mejoras en las siguientes áreas:
- Reducción de costos operativos
- Impacto ambiental
- Eficiencia de la ciudad
- Conectividad
- Prosperidad económica
- Calidad de vida
Convertirse en “Ciudad Inteligente” no solo implica invertir en la última tecnología, las ciudades que buscan mejorar sus operaciones, así como también la calidad de vida de su habitantes deben enfocarse en mejorar la educación de sus comunidades. La plataforma de tecnología de información y comunicación (TIC’s) son muy buenas, pero si no atacan el problema de raíz o activamente tratan de mejorar la vida diaria de los ciudadanos, entonces no tienen un propósito.